Arabia Saudita puede ver un nuevo rey en medio de la guerra de precios del petróleo

Se cree que el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammad bin Salman, planea tomar el trono de su padre, el rey Salman, con anticipación, escribieron los medios de Qatar, citando fuentes. Arabia Saudita ha visto otra ofensiva contra la realeza tras el colapso del acuerdo de la OPEP +. Algunos miembros de alto rango de la familia real han sido detenidos, y se cree que pueden competir con el príncipe heredero, señala Nezavisimaya Gazeta.

Entre los detenidos se incluyen el hermano del rey Salman, el príncipe Ahmed, y el sobrino del rey, el príncipe Mohammed bin Nayef. Según las fuentes citadas por el medio de comunicación Middle East Eye, el rey Salman había tratado de persuadir a su hermano para que apoyara el tránsito del poder, pero el príncipe Ahmed se negó, diciendo que aunque él mismo no deseaba luchar por el trono, había mejores candidatos que el príncipe heredero titular.

Los expertos creen que las detenciones reportadas en Arabia Saudita no siguieron al colapso del acuerdo de la OPEP + sin ninguna razón. «Dada la actual situación económica en Arabia Saudita, la finalización del acuerdo puede allanar el camino para una crisis, alentando a algunos miembros de la familia real a oponerse a la política de los príncipes de la corona», dijo Grigory Kosach, profesor de la Escuela de Política Mundial de la Universidad Estatal de Moscú, Grigory Kosach.

«Existe una larga tradición en Arabia Saudita de que el monarca gobernante permanece en el trono independientemente de su salud, hasta que fallezca», señaló Kosach. «Aunque el príncipe heredero representa una nueva generación en la familia real, que tiene poco respeto por las tradiciones del establishment saudí, creo que esperará a que fallezca su padre antes de ingresar al cargo. Al menos, todavía no ha estado involucrado en intenta minimizar el papel de su padre, en palabras o hechos. Por el contrario, a menudo señala la autoridad del rey en sus discursos», enfatizó el experto. Sin embargo, Kosach admite que la lucha por la influencia continúa en Riad.

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