El analista, Yuri Tkachev, trata sobre un evento que cambia el equilibrio de poder en el mundo global.
«La interrupción del acuerdo petrolero Rusia-OPEP es uno de los eventos recientes más importantes, cuya importancia, en mi opinión, excede significativamente la importancia de los eventos en Idlib o la rendición de los estadounidenses a los (extremistas) talibanes.
La idea es la siguiente. En las condiciones de la procesión triunfal del coronavirus en el planeta, la economía mundial tampoco siente ningún daño. Y, como siempre sucede en tales situaciones, el hundimiento del sector de “materias primas” comenzó, en particular, una disminución en los precios del petróleo.
¿Qué ofreció la OPEP? La OPEP propuso reducir la producción de petróleo para frenar la caída de los precios de acuerdo con la ley de oferta y demanda. Aquí debe entenderse que el mercado del petróleo es extremadamente especulativo, y que se negocia en él no solo y no tanto por el petróleo en sí, sino por las expectativas de cuánto costará este petróleo en el futuro. Y eso podría funcionar.
Pero Rusia se negó a comprometerse a reducir la producción. Eso, como lo escribe Reuters, pone fin al moderno complejo de acuerdos sobre la regulación del mercado petrolero en el marco de la OPEP, es decir, bajo la dirección de Estados Unidos.
Debe entenderse que las economías de EE.UU. y la UE se están equilibrando en el umbral de caer en una recesión durante varios años. Uno de los factores que podrían ayudar a cruzar este umbral fue la epidemia del coronavirus. La destrucción del sistema de regulación del precio del petróleo puede ser el segundo factor.
En general, sí, en términos económicos, este es un contra-enfoque muy poderoso de Rusia en respuesta a las sanciones de gas de Estados Unidos.
Cuando está bien hecho, entonces bien hecho.
Y…ya era hora».