Los líderes rusos y turcos han celebrado una conferencia de prensa en Moscú, luego de llegar a un acuerdo para reducir el conflicto sirio-turco en la provincia de Idlib, devastada por la guerra.
El comunicado de prensa siguió a las conversaciones de una hora en Moscú entre el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan.
Durante las conversaciones, Putin y Erdogan acordaron un documento que detalla un alto el fuego en Idlib, a partir de la medianoche del 6 de marzo.
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Se establecerá un corredor de seguridad de seis kilómetros de ancho en el área, y los militares de los dos países tendrán una semana para acordar todos los detalles.
Las tropas rusas y turcas también llevarán a cabo misiones conjuntas de patrulla a lo largo de la autopista M-4 de Idlib.
El documento, firmado después de las negociaciones, subrayaba que tanto Moscú como Ankara seguían comprometidos con el mantenimiento de la integridad territorial y la soberanía de Siria.
Ambos líderes reconocieron que el conflicto en el país no tiene solución militar y que solo los sirios decidieron el destino de su país. También se acordó facilitar los esfuerzos para prevenir la crisis humanitaria en Idlib, al tiempo que se crean las condiciones para que los refugiados regresen a sus hogares.
Erdogan acordó venir a la capital de Rusia después de una serie de enfrentamientos violentos entre las fuerzas turcas y sirias en la región noroeste de la nación devastada por la guerra. El presidente turco le había dicho a los medios que esperaba que la cumbre de un día resultara en un alto el fuego en Idlib, que tanto Damasco como Moscú ven como el último bastión terrorista en Siria.
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Turquía ha enviado miles de tropas, tanques y aviones no tripulados a Idlib como parte de la «Operación Spring Shield». Moscú ha sido muy crítico con la medida, acusando a Ankara de proteger a las fuerzas afiliadas a Al-Qaeda en la región. Turquía prometió en un acuerdo de 2018 con Rusia que separaría los elementos terroristas de los llamados «rebeldes moderados» que ocupan Idlib, un compromiso que Moscú dice que no se ha cumplido