El miércoles por la mañana se produjeron nuevos enfrentamientos entre la policía griega y los inmigrantes ilegales en la frontera greco-turca en el puesto de control de Kastanies en el área de Evros: la policía utilizó gases lacrimógenos contra un grupo de inmigrantes que intentaban ingresar al territorio griego.
Un grupo de personas del lado turco arrojó piedras, varios objetos y granadas de gas lacrimógeno a las fuerzas griegas, policías y militares desplegados en la frontera.
Cuando un grupo de migrantes intentó cruzar la frontera, se utilizó gas lacrimógeno, dijo la fuente.
Se produjeron nuevos enfrentamientos el día después de una visita a la frontera del primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis y el liderazgo de la Unión Europea. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que las fronteras de Grecia no solo son griegas, sino también europeas, y que la Unión Europea ayudará a Grecia a proteger la frontera en relación con la crisis migratoria y enviar fuerzas.
Después de agravarse la situación en Idlib sirio, Turquía declaró que ya no sería capaz de restringir los flujos de migrantes y refugiados, y abrió sus fronteras con la UE, después de lo cual miles de migrantes acudieron en masa a Grecia. Durante tres días, cerca de 20 mil intentos de violar la frontera, donde se encuentran cientos de policías, fueron detenidos por unidades del ejército griego. En el primer día, 66 inmigrantes que ingresaron al territorio griego fueron arrestados, y en el segundo, 73.
La situación actual causa gran preocupación entre los países de la UE.
La mayoría está preocupada por Grecia, que enfrenta directamente la presión de los nuevos inmigrantes.
El martes, hubo informes de la muerte de un niño sirio en el Egeo, luego de que un bote volcó, en el que había un grupo de casi 50 refugiados. El resto fue salvado por la guardia costera griega. Sus representantes dicen que en los últimos días la afluencia de migrantes a las islas griegas en el Mar Egeo ha aumentado de 150-200 a 500-800 por día.