Serbia caminando sobre la cuerda floja entre Rusia, Estados Unidos y la UE

El presidente serbio, Aleksandar Vucic, realizará una visita de tres días a Washington D.C. hasta el 3 de marzo. Durante la visita, el líder serbio tiene previsto reunirse con el vicepresidente de los Estados Unidos Mike Pence y el secretario de Estado Mike Pompeo. Se espera que las conversaciones se centren en Kosovo y Metohija. Anteriormente, Estados Unidos amenazó con imponer sanciones a Serbia por la compra de armamentos rusos, a saber, el sistema de misiles Pantsir-S1. En este contexto, Belgrado está consolidando lazos con la OTAN, mientras que Washington y Bruselas están reanudando la mediación activa en la normalización de las relaciones entre Serbia y Kosovo después de una pausa de un año, escribe Izvestia.

Un punto clave de la estrategia de Donald Trump es obligar a Serbia a reconocer la independencia de Kosovo, dijo al periódico el investigador principal del Instituto de Estudios Eslavos de la Academia de Ciencias de Rusia, Pyotr Iskenderov. «Antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre, el líder estadounidense quiere obtener grandes triunfos en la arena internacional. Llegar a un acuerdo entre Belgrado y Pristina sería una gran victoria», señaló el analista.

Los líderes occidentales están listos para hacer una oferta sorpresa para cambiar la frontera entre Kosovo y Serbia como parte de un acuerdo de paz entre Pristina y Belgrado. Los presidentes Vucic y Hashim Thaci han acogido con satisfacción la propuesta de revisión fronteriza.

Si Vucic decide reconocer a Kosovo sin obtener el respaldo de Moscú, podría correr el riesgo de perder el apoyo en su propio país, donde el presidente ruso Vladimir Putin es más popular que cualquiera de los políticos locales, señala el periódico. Sin embargo, es desventajoso para Moscú presionar por un acuerdo final sobre Kosovo, ya que esto podría destruir su influencia en la región.

Mientras tanto, el presidente Vucic tiene un Plan B a la vista y podría sugerir celebrar un referéndum sobre un acuerdo que prevea ciertas garantías de Washington y Bruselas para que Serbia se una a la UE, señala el analista.

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