El 2 de marzo, el ejército turco y sus aliados de al Qaeda continuaron haciendo retrocesos en el Gran Idlib.
Justo el 1 de marzo, las fuentes turcas prometieron conquistar las ciudades de Damasco y Alepo, y dar un duro golpe a las Fuerzas Armadas sirias. El 2 de marzo, comenzaron a circular informes sobre una retirada táctica con el propio presidente turco hablando de un «alto el fuego».
Desde la mañana del 2 de marzo, las unidades del ejército sirio habían repelido un ataque de las fuerzas dirigidas por Turquía contra Kafr Nabul y retomaron las aldeas de Hazarin y Dar al-Kabirah cerca de él.