Crecen los temores de que el coronavirus pueda convertirse en una nueva gripe española

El nuevo coronavirus (COVID-19) se ha extendido por todo el mundo, con Armenia, Irlanda, Qatar, Ecuador y Chile confirmando sus primeros casos. Un ciudadano ruso se convirtió en la primera persona en contraer el virus en Azerbaiyán y se han reportado muertes por la enfermedad en los Estados Unidos, Tailandia y Australia. El nuevo coronavirus ha afectado a más de 60 países. Aunque la Organización Mundial de la Salud aún no ha declarado el virus como una pandemia, muchos especialistas dicen que la propagación de esta enfermedad tiene todos los signos de esto, escribe Izvestia.

«Es muy probable que se declare una pandemia con el nuevo coronavirus. En mi opinión, ya ha comenzado dada la cantidad de estados que registran el COVID-19», dijo al periódico el epidemiólogo Viktor Zuev. Según él, de todos los países afectados por el nuevo coronavirus, Italia ha sido el más irresponsable. En lugar de tomar medidas de emergencia, sus autoridades no actuaron y, como resultado, el país ocupa el tercer lugar en términos de número de infectados.

El sábado, el presidente ruso Vladimir Putin ordenó medidas adicionales para reducir el impacto del nuevo coronavirus en la economía rusa, escribe Vedomosti. Esta epidemia plantea un grave riesgo para el crecimiento del PIB de la nación, dijo el Banco de Rusia. La propagación de COVID-19 podría expandir la desaceleración en la actividad de producción que comenzó a principios del 2020.

El coronavirus se ha convertido en un problema importante para la economía global, causando pánico entre los inversores y provocando el colapso de los mercados bursátiles. En este contexto, los precios del petróleo están cayendo y la tasa del rublo está disminuyendo. Los expertos señalan que una gran amenaza para la economía de Rusia es una disminución en las exportaciones de petróleo a China y una caída en los precios del petróleo. Sin embargo, este golpe económico podría mitigarse aumentando la demanda interna mediante el aumento de los salarios y los gastos presupuestarios, dijeron analistas del Banco de Rusia.

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