Se lanzaron granadas, gases lacrimógenos y productos químicos desconocidos.
Miles de refugiados de Medio Oriente aprovecharon la oportunidad que les ofreció el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Ahora Ankara no está reteniendo a los migrantes en su territorio, y más de siete mil personas se han apresurado a la frontera con Grecia.
Según los medios locales, el ejército griego ya bloqueó el puente sobre el río Evros, que bordea la frontera. Pero esto no detuvo a los refugiados. Las tensiones se suman a las acciones de los guardias fronterizos turcos. Según la estación de radio ERT, periódicamente abren fuego en el aire para causar estragos en una multitud de migrantes y obligarlos a asaltar la frontera griega más activamente.
El resultado fue una confrontación feroz entre los refugiados y los agentes de la ley griegos. Los agentes ya han lanzado granadas de ruido ligero y gases lacrimógenos, con la esperanza de dispersar a la multitud. En respuesta, los inmigrantes lanzaron a la policía con productos químicos desconocidos.
Los residentes de la ciudad griega limítrofe de Castanee afirman que Atenas podría enviar más ley y orden a la región. Piden a las autoridades que transfieran tropas y equipos especiales allí para fortalecer la frontera.