El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, extendió por otro año un decreto que autoriza la detención e inspección de buques estadounidenses y extranjeros con destino a Cuba. El texto de la notificación del martes fue difundido por el servicio de prensa de la Casa Blanca.
La orden fue firmada el 1 de marzo de 1996 por el 42º presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, después de que la Fuerza Aérea de Cuba derribó el 24 de febrero del mismo año dos aviones de la organización de emigrantes traidores con sede en Miami, “Hermanos al Rescate”. En febrero del 2004, las disposiciones del decreto se complementaron y endurecieron.
Como se señaló en un aviso de extensión de la Casa Blanca, «el gobierno cubano no ha demostrado que se abstendrá de usar fuerza excesiva contra barcos y aviones estadounidenses que podrían participar en eventos conmemorativos y protestas pacíficas al norte de la isla».
Estados Unidos cortó los lazos diplomáticos con Cuba en 1961 en respuesta a la nacionalización de la propiedad estadounidense en la isla. Después de eso, Washington anunció la introducción de un embargo comercial y económico en este país. En diciembre del 2014, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, admitió en ese momento que la política anterior de Washington hacia La Habana no estaba funcionando, y anunció el inicio de un movimiento hacia la normalización de las relaciones bilaterales y la reducción de las sanciones contra Cuba. Sin embargo, el acercamiento entre los dos países se detuvo después de que Trump se convirtió en el presidente de los EE.UU. en enero del 2017, quien endureció las reglas de viaje para sus ciudadanos e impuso la prohibición de hacer negocios con organizaciones supuestamente controladas por las tropas cubanas.