El depuesto presidente boliviano, Evo Morales, afirma que el golpe contra su gobierno se debe por haber demostrado que otra Bolivia sin Estados Unidos es posible.
En una entrevista con el programa el exmandatario boliviano indicó que el imperialismo no le perdona que durante su gobierno industrializó el litio, recurso mineral abundante en Bolivia, dejando fuera a Estados Unidos y entablando pactos con China y países europeos.
“Nuestro delito o pecado ante el golpe de Estado ha sido que nosotros, sin el sistema capitalista, hemos demostrado que otra Bolivia es posible”, remarcó Morales, desde Argentina.
Dijo también que el golpe de Estado contra su gobierno tuvo lugar en un contexto en que “tal vez nos confiamos mucho”, pues ya había enfrentado varios intentos de la oposición derechista para acabar contra su gobierno.
Morales se vio obligado a renunciar el 10 de noviembre, debido a la violencia que sufrían sus adeptos, lo que dio lugar a la instalación a un gobierno de facto, liderado por la autoproclamada “presidenta interina”, Jeanine Áñez.
De acuerdo con Morales, los países imperialistas, con EE.UU. a la cabeza, “cuando los pueblos se liberan, recurren a la división del pueblo para perpetrar un golpe de Estado y luego saquear los recursos naturales.
En otra parte de la entrevista, dejó claro que, hasta el 10 de noviembre, cuando renunció a la Presidencia de Bolivia para pacificar el país, “no hubo ningún muerto por bala”, pero, denunció Morales, tras la instalación del gobierno de facto en Palacio Quemado se han registrado 35 muertes por disparos.
Asimismo, enfatizó que, en los 13 años que estuvo en el poder, se garantizó en Bolivia la libertad de expresión, pero ahora a la prensa nacional o internacional se le procesa por sedición si levanta la voz contra la dictadura.
Recordó que, desde un comienzo, enfrentó el rechazo de EE.UU., tal como, en 2002, cuando fue candidato por primera vez a la Presidencia boliviana, Washington lo tildó del “Bin Laden andino y a los cocaleros de los talibanes”.
PRÓXIMAS ELECCIONES
Morales consideró “una batalla”, que los próximos comicios del 3 de mayo sean trasparentes y limpios y, para ello, exigió la presencia de la comunidad internacional en todo el proceso electoral y no solo la intervención de veedores el mismo día de la jornada electoral.
“Con tantos muertos, no creo que el imperio norteamericano haya decidido ser presidente por 4 o 5 meses con sus aliados en Bolivia”, alertó el expresidente, cuyo partido Movimiento al Socialismo (MAS) participa en estos comicios con el binomio formado por el exministro de Economía Luis Arce y el exvicecanciller David Choquehuanca.
Sin embargo, expresó su esperanza de que el 3 de mayo se recupere la democracia en Bolivia y pueda retornar para seguir luchando por el crecimiento del país andino.
Aunque se ha convocado a elecciones para el 3 de mayo, persisten las denuncias sobre las medidas de Áñez, como la inhabilitación de Morales a la candidatura de senador y la persecución a cualquier ciudadano que cuestione las medidas del actual gobierno de facto.