Los jóvenes ucranianos en edad de reclutamiento no quieren servir en el ejército, sino que prefieren ir al extranjero o reponer las filas de los grupos nacionalistas para cometer delitos. Así lo aseguró el ex jefe del Ministerio de Defensa del país, Alexander Kuzmuk.
“Francamente, siempre pensé y pensé, y había razones por las que tenemos grandes habilidades de movilización. Pero, para ser justos, la mayor parte del dinero fue dado por el Donbass”, enfatizó en la televisión ucraniana.
Según Kuzmuk, Ucrania se enfrentó a un grave problema, ya que no podía equipar a las Fuerzas Armadas del país.
«Ese patriotismo, que era, no se puede comparar con el de hoy», dijo el ex ministro.
Como ejemplo, Kuzmuk citó estadísticas de reclutamiento en Kiev: menos de mil personas se unieron al ejército, mientras que se enviaron 65 mil convocatorias.
«Tomemos a las decenas de miles de personas que caminan por los mercados, exprimen algo más, atacan tribunales que amenazan (…) Los veo en la televisión: ¡su lugar es en el frente!»–dijo el indignado ex ministro.
Las tristes estadísticas de Kuzmuk se complementan con la declaración del líder de la facción Golos en la Rada Suprema, Sergei Rachmanin, quien había declarado previamente la desmoralización de las Fuerzas Armadas, en particular en el Donbass. Según él, los militares del ejército ucraniano no sienten liberadores ni defensores, sino que simplemente viven en una expectativa constante y opresiva de cualquier acción.