Pompeo reitera la disposición de Estados Unidos para hacer frente a la «amenaza de Irán» durante su visita a Arabia Saudita


La visita se produjo en medio de las continuas tensiones entre Teherán y Washington, que se intensificaron después de que el principal general iraní Qasem Soleimani fuera asesinado en Bagdad a principios de enero, en una medida autorizada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, reiteró el impulso de Washington para lidiar con las presuntas «amenazas de Irán», ya que recientemente se sentó con el rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdulaziz Al Saud, y el príncipe heredero Mohammed bin Salman en Riad.

El Departamento de Estado dijo en un comunicado que durante las conversaciones a principios de esta semana, Pompeo «aseguró al Príncipe Heredero que Estados Unidos está con Arabia Saudita frente a estas amenazas, como se refleja en nuestra mayor presencia militar en Arabia Saudita».

La declaración se refería específicamente a la visita de Pompeo a la Base Aérea del Príncipe Sultán cerca de la capital saudita, que «destaca la relación de seguridad entre Estados Unidos y Arabia Saudita y reafirma la determinación de Estados Unidos de estar con Arabia Saudita frente al comportamiento maligno iraní».

Pompeo tuiteó el viernes que «el Príncipe Heredero Mohammed bin Salman Al Saud y yo discutimos la amenaza actual que representa el régimen iraní».
En declaraciones a los periodistas en Etiopía antes de su visita a Arabia Saudita, hizo hincapié en que la «campaña de presión» de Estados Unidos contra Irán está en marcha y que «no es solo una campaña de presión económica, sino también presiones diplomáticas, aislamiento a través de la diplomacia».

El Secretario de Estado de EE. UU. Visitó Riad en medio de tensiones intensas entre Teherán y Washington, que se deterioraron aún más el 3 de enero, cuando Qasem Soleimani, comandante de la élite de la Guardia Revolucionaria Islámica Islámica Qasem Soleimani, fue asesinado en el aeropuerto internacional de Bagdad por orden del presidente estadounidense Donald Trump.

La Casa Blanca afirmó que había atacado a Soleimani por la amenaza que supuestamente representaba para las fuerzas estadounidenses en la región, mientras que Teherán describió el asesinato del general como un acto de terror internacional. Irán tomó represalias el 8 de enero, cuando lanzó ataques con misiles contra dos instalaciones iraquíes que albergan tropas estadounidenses, lo que resultó en la muerte o lesiones graves, aunque el Pentágono ha admitido que al menos 109 miembros del servicio estadounidense han sido diagnosticados con lesiones cerebrales traumáticas.

Tensiones entre Estados Unidos e Irán
Las tensiones entre Washington y Teherán han aumentado desde que Trump anunció en 2018 la retirada unilateral de Estados Unidos del acuerdo nuclear de Irán de 2015, también conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA).

Luego, Estados Unidos dio a conocer rondas de sanciones contra Irán, dirigidas a sus sectores económico, financiero y de transporte, entre otros. La situación empeoró cuando Irán anunció el 8 de mayo de 2019 que había descontinuado parcialmente sus compromisos en virtud del JCPOA, dando a Europa dos meses para garantizar que los intereses de Irán estuvieran protegidos en virtud del acuerdo.

Las relaciones bilaterales empeoraron aún más después de una serie de ataques contra los petroleros en el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán el verano pasado. Estados Unidos culpó inmediatamente del sabotaje a Irán e incrementó su presencia militar en la región del Medio Oriente, mientras que Teherán negó las acusaciones de Washington.

A raíz de los ataques, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ordenó que se enviara al buque de guerra Mason a la zona, lo que se suma a la ya importante presencia militar de los EE. UU. En la región.

Pompeo, por su parte, enfatizó repetidamente que la administración Trump no quiere una guerra, pero que Washington busca disuadir a Irán de «una mayor agresión en la región».
Del mismo modo, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, subrayó que Teherán no tiene la intención de hacer la guerra con Washington, sino que continuará resistiendo la presencia de Estados Unidos en la región.

Fuente