El Reino Unido no debe extraditar a Julian Assange, ha argumentado la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), porque enfrenta una sentencia de prisión excesiva en los Estados Unidos y sus publicaciones son de interés público.
El Representante de la OSCE para la Libertad de los Medios de Comunicación, Harlem Desir, expresó su preocupación por la próxima audiencia de extradición de Assange en el Tribunal de la Corona de Woolwich en Londres el lunes. Llamó a las autoridades del Reino Unido a negarse a entregar Assange a Washington, citando la «sentencia de prisión desproporcionada, hasta un total de 175 años, que podría enfrentar si es extraditado y condenado».
Desir argumentó que WikiLeaks ha proporcionado «importantes informes de investigación e informes de noticias» y que la extradición de Assange tendría un «efecto escalofriante» sobre la libertad de expresión y la libertad de los medios. Assange ha sido acusado en virtud de la Ley de Espionaje por la publicación de documentos filtrados que revelaron posibles crímenes de guerra por parte del ejército estadounidense en Irak y Afganistán.
Activistas y grupos de vigilancia han expresado su preocupación por el tratamiento de Assange a manos de las autoridades del Reino Unido mientras espera su destino. Su detención en la prisión de SM Belmarsh, que en un momento implicó el aislamiento y otras medidas excesivas, ha sido criticada en repetidas ocasiones por ser inhumana y colindante con la tortura.
El sábado, miles de personas protestaron cerca del Parlamento británico contra la inminente extradición de Assange. Al acto asistieron el padre de Assange, Richard, así como el editor en jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, la diseñadora de moda Vivienne Westwood y el músico de rock y cofundador de Pink Floyd Roger Waters.