El Gobierno ruso afirma que las sanciones estadounidenses a la filial de la rusa Rosneft no influirán en las relaciones de Rusia y Venezuela.
EE.UU. impuso el martes sanciones contra la petrolera estatal rusa Rosneft Trading S.A., así como contra Didier Casimiro, uno de sus directores, por comerciar y transportar crudo venezolano, lo que, según el país norteamericano, significa eludir las sanciones que Washington aplica a Caracas.
“Dichas restricciones (…) de ninguna manera pueden afectar nuestras relaciones bilaterales con Venezuela, por el contrario, se están desarrollando y continuarán desarrollándose”, ha indicado este miércoles el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Asimismo, ha tachado de “ilegítimas” las medidas coercitivas de EE.UU. desde el punto de vista del derecho internacional y ha explicado que la petrolera Rosneft tiene la intención de examinar todas las opciones para proteger sus intereses.
Por su parte, el enviado especial de EE.UU. para Venezuela, Elliott Abrams, ha indicado la misma jornada a Rusia que las sanciones en cuestión son “reversibles”, para luego animar al presidente ruso, Vladimir Putin, a no ayudar a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro.
Abrams ha considerado el apoyo ruso al mandatario venezolano “muy importante”, por lo que ha señalado que cualquier gestión del Kremlin en pro de una solución “sería una contribución muy positiva”.
De igual modo, ha explicado que el propósito de las sanciones es cambiar el Gobierno de Venezuela y obligar a Maduro a negociar la celebración de unas nuevas elecciones presidenciales.
El portavoz de Washington ha señalado que la medida de EE.UU. “fue un solo paso” y que el país norteamericano va a dar “otros pasos con otros objetivos”.
Desde enero de 2019, cuando Washington reconoció al líder opositor venezolano Juan Guaidó como presidente interino del país bolivariano, el mandatario estadounidense, Donald Trump, ha impuesto sanciones contra distintas entidades vinculadas al Ejecutivo de Maduro, además de restringir el comercio de petróleo y oro venezolanos.
Rusia se opone, a su vez, abiertamente a las posturas de Washington en contra de Caracas, rechazando en reiteradas ocasiones la demanda de la Casa Blanca de que deje de comerciar con la nación sudamericana.