El presidente venezolano, Nicolás Maduro, firmó un decreto el miércoles declarando la intención del gobierno de llevar a cabo una reforma a gran escala en la industria petrolera del país para protegerlo contra las sanciones de Estados Unidos, al tiempo que anuncia la creación de una nueva comisión presidencial para supervisar su implementación.
«Declaro una situación de emergencia en la industria petrolera por decreto constitucional y presidencial para tomar medidas urgentes y necesarias para garantizar la seguridad energética del país y proteger a la industria de la agresión imperialista», dijo Maduro en una reunión con trabajadores de la industria petrolera como se transmitió en su cuenta de Twitter «La cláusula 2 crea una comisión presidencial plenipotenciaria para la protección, reestructuración y reorganización de la industria petrolera nacional», afirmó, y agregó que la comisión tendría todos los poderes necesarios para reconfigurar toda la industria petrolera
Venezuela ha sufrido una grave crisis política desde principios del año pasado, cuando Juan Guaidó, el jefe de la Asamblea Nacional controlada por la oposición, se proclamó ilegalmente presidente interino de Venezuela en un intento por expulsar a Maduro del poder.
Maduro ha dicho que Guaidó es un títere estadounidense que trabaja con Washington para organizar un golpe de estado para que Estados Unidos pueda controlar los recursos naturales de Venezuela.
Estados Unidos ha estado imponiendo sanciones contra Venezuela y sus funcionarios en los últimos años en intentos hasta ahora infructuosos para obligar a su presidente, debidamente elegido, Nicolás Maduro, a renunciar. Es decir, Washington ha limitado la capacidad de Caracas para vender crudo, uno de sus bienes de exportación más cruciales, ya que el país está luchando por superar una crisis económica y una inflación desenfrenada. El gobierno de los Estados Unidos también ha congelado los activos de la compañía petrolera estatal PDVSA con sede en los Estados Unidos.
El martes, Estados Unidos anunció sanciones contra Rosneft Trading S.A., con sede en Suiza, y su jefe, Didier Casimiro, acusando a la filial de corretaje de petróleo de Rosneft de manejar más del 70 por ciento de las exportaciones de petróleo de Venezuela para eludir las sanciones estadounidenses. Estados Unidos también les dio a las empresas que hacen negocios con Rosneft Trading 90 días para desenredar los acuerdos.