El desarrollo se produce pocos días después de que Estados Unidos impusiera sanciones a la compañía estatal de petróleo y gas PDVSA y a una subsidiaria de la compañía rusa Rosneft por mantener lazos con el gobierno de Maduro y PDVSA.
Según los informes, la administración Trump ha renovado su campaña para derrocar al presidente venezolano, Nicolás Maduro, informó Bloomberg. La agencia de noticias dijo que la Casa Blanca presuntamente expulsaría al protegido del fallecido presidente Hugo Chávez a través de un sistema de poder compartido, lo que significa que intentarán persuadir a los miembros de la administración de Maduro para que compartan temporalmente el poder con la oposición liderada por Juan Guaidó.
Washington se basó en una estrategia similar el año pasado cuando Guaidó lanzó un golpe de estado fallido el 30 de abril con la ayuda de varios oficiales militares. Pero, según Bloomberg, esta vez, esperan que con el apoyo de nuevas sanciones financieras, esta estrategia resulte exitosa.
La administración Trump recientemente impuso sanciones a la compañía estatal venezolana de petróleo y gas PDVSA y a una subsidiaria de la compañía rusa Rosneft, acusando a esta última de ayudar a Venezuela a eludir las sanciones económicas. Rosneft desestimó las acusaciones por infundadas y dijo que la decisión de Estados Unidos viola el derecho internacional.
El gobierno venezolano y los representantes de Juan Guaido aún no han comentado sobre el posible acuerdo para compartir el poder. El año pasado, según los informes, la Casa Blanca había llegado a un acuerdo con algunos miembros de la administración de Maduro, pero la Casa Blanca dijo que los funcionarios incumplieron el acuerdo.
No está claro cómo algunos miembros de la administración Trump reaccionarán a un acuerdo de reparto de poder entre el gobierno de Maduro y la oposición, ya que algunos funcionarios estadounidenses se mostraron reacios a ver a Maduro y su círculo íntimo en el nuevo gobierno.