El FMI sostuvo que la deuda pública bruta aumentó cerca del 90 por ciento del producto interno bruto (PIB), como consecuencia de la devaluación de más de 40 por ciento del peso desde julio.
El equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) que visitó Argentina concluyó este miércoles que la deuda del país suramericano “no es sostenible” y se requiere una reestructuració
En un comunicado, sostuvo que la deuda pública bruta aumentó cerca del 90 por ciento del producto interno bruto (PIB), como consecuencia de la devaluación de más de 40 por ciento del peso desde julio, el alza del riesgo país, la caída en las reservas internacionales y la contracción de la economía.
Debido a estos datos, el FMI certificó que el superávit primario, importante para reducir la deuda pública, asumida por el Gobierno de Mauricio Macri, y las necesidades de financiamiento, “no es económicamente ni políticamente factible”.
Asimismo, el organismo sugirió al Ejecutivo de Argentina “continuar un proceso colaborativo con los acreedores privados para maximizar su participación en la eventual operación de deuda”.
Tras la misión técnica, liderada por la subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack, y el jefe de Misión para Argentina, Luis Cubeddu, se abogó por una negociación de deuda que modifique plazos en el repago de las obligaciones con tenedores privados e implique una considerable quita, ya sea de capital, intereses o ambos
No obstante, aunque el informe del FMI fue «favorable» al Gobierno argentino, no aceptarán reperfilamiento en los créditos otorgados, lo que obliga al país a entrar en un nuevo programa de financiamiento si decide pagar los enormes vencimientos de capital previstos para 2022 y 2023