El ex miembro de la cámara de representantes de EE.UU., Dana Rohrabaker, niega haber pedido al presidente Donald Trump que desestime las acusaciones contra el fundador de WikiLeaks, Julián Assange, por las autoridades estadounidenses. Esto se afirma en un comunicado publicado el miércoles por Rorabaker.
«Nunca hablé con el presidente Trump sobre Julián Assange. Trump o alguien relacionado con él nunca me pidió que me reuniera con Julián Assange», dijo Rohrabaker.
The Guardian publicó un artículo de contenido relevante el miércoles en su versión electrónica. Esta publicación dice que dicha propuesta fue presentada a Assange en agosto del 2017 por Rohrabaker, quien en ese momento era miembro de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos. En el 2018, el intento de Rorabaker (republicano, de California) de ser reelegido fracasó. Desde enero del 2019, no es congresista.
The Guardian afirma que a Assange se le ofreció un perdón a cambio de una declaración de que Rusia no estuvo involucrada en un ataque de piratas informáticos en los servidores del Comité Nacional del Partido Demócrata (NKDP) de los Estados Unidos en 2016, así como la publicación de correspondencia oficial por correo electrónico a sus funcionarios.
Rohrabaker confirmó que se reunió con Assange, pero actuó por iniciativa propia. «En una conversación con Julián Assange, dije que llamaría al presidente Trump y le pediría que se apiade de él [el fundador de WikiLeaks] si él [Assange] me proporcionara información o evidencia de quién le transmitió la correspondencia electrónica del Comité Nacional del Partido Demócrata. Nunca ofrecí ningún trato en nombre del presidente y no dije que lo representaba», dijo el ex congresista.
Aclaró que entregó el contenido de su conversación con Assange al jefe del personal de la Casa Blanca (en ese momento, John Kelly). «Le informé que Julian Assange proporcionará información sobre esta correspondencia por correo electrónico a cambio de un perdón», agregó Rohrabaker. Según él, después de eso, ninguno de la administración del presidente Trump ya no planteó este tema en conversaciones con él.
La Casa Blanca ha negado categóricamente la publicación de The Guardian.