Se espera que un tribunal turco emita el veredicto en el juicio de 11 activistas de derechos humanos que fueron arrestados por cargos de terrorismo.
Las imágenes filmadas el miércoles frente al Palacio de Justicia Caglayan de Estambul muestran a activistas de Amnistía Internacional reunidos con una pancarta que decía «Justicia para los defensores de los derechos».
Se esperaba que los acusados, que incluían al ex director y ex jefe del grupo de derechos humanos Amnistía Internacional en Turquía, respectivamente Idil Eser y Taner Kilic, hicieran sus declaraciones finales.
Diez de los once activistas en juicio fueron detenidos en una redada policial en julio del 2017 durante un taller de capacitación en seguridad digital en la isla Buyukada. El undécimo acusado, Taner Kilic, fue detenido un mes antes en Izmir.
El juicio se produce solo un día después de que Osman Kavala, renombrado filántropo que había pasado casi tres años en la cárcel por cargos de terrorismo, fue arrestado nuevamente después de su absolución.
Kilic está siendo acusado de unirse a la red del clérigo Fethullah Gulen, que a su vez, está siendo acusado de intentar organizar un golpe de estado y de terrorismo. Los fiscales afirman que Kilic participó en la organización del golpe a través de una aplicación de mensajería móvil, ByLock.
Milena Buyum, una activista de Amnistía Internacional para Turquía, dijo a los periodistas, «por ejemplo, la acusación de que Taner tenía esta aplicación en su teléfono llamada ByLock. Eso fue destruido muy ponto con informes de expertos, luego confirmados por el propio informe policial. La propia evidencia de la fiscalía refuta las acusaciones que han hecho».
Con respecto al resultado, Buyum dijo que «el único resultado justo es la absolución de los 11. Estos son defensores de los derechos humanos, no han hecho nada malo, todo lo que han hecho es hacer campaña, estar activos, para el disfrute de los derechos humanos por parte de todos, en Turquía y en otros lugares».
Turquía ha arrestado a 77.000 ciudadanos y ha despedido a aproximadamente 130.000 más de empleos estatales desde el intento de golpe.