Las protestas masivas marcan el décimo aniversario del devastador terremoto en Haití.
En la capital, Puerto Príncipe, los representantes de la oposición arrojaron todas las flores que los miembros de la Administración Presidencial y los obispos de la Iglesia Católica habían colocado en el monumento a las víctimas del desastre.
Según los manifestantes, las autoridades no han hecho nada en la última década para los haitianos, quienes, como resultado del terremoto, se quedaron sin vivienda y medios de subsistencia.