Se han enviado equipos de agentes rusos a Irlanda para mapear cables submarinos de fibra óptica, con el objetivo de «cortar las comunicaciones en tiempo de conflicto». Una acusación condenatoria que suena sospechosamente como una película de espías.
Sentada en el extremo occidental de Europa, Irlanda es el punto de aterrizaje de trece cables submarinos de fibra óptica. Estos cables transportan tráfico de Internet desde los EE. UU. A la costa oeste de Irlanda, y luego al Reino Unido y Europa continental desde el este y el sur. La economía mundial depende de la integridad de estos cables.
Pero las arterias de datos están amenazadas, según un informe del Times, ya que equipos de agentes rusos del GRU, la agencia de inteligencia militar de Rusia, han sido enviados a Irlanda para mapear sus ubicaciones. The Times cita fuentes no identificadas dentro de An Garda Síochána, el servicio de policía irlandés, y «fuentes militares», que también afirman que se ha visto a los rusos fotografiando infraestructura en el puerto de Dublín.
Un agente retirado de la CIA le dijo al Times que Rusia tiene dos intenciones: «espiar y cortar las comunicaciones en tiempo de conflicto».
No hay más detalles de la siniestra operación, excepto que se supone que los rusos deben «usar tecnología» para espiar.
Desde la premisa de Hollywood de la década de 1980, casi creerías que los agentes rusos izarían una bandera roja sobre uno de estos cables y bailarían la Troika a lo largo de la costa irlandesa, pero aparentemente no lo hicieron, dejando al Times sin evidencia de esta supuesta intromisión rusa. En cambio, el documento cita las afirmaciones de Estados Unidos sobre la actividad de los submarinos rusos en la región en 2015 para dar crédito a la historia.
Como tal, la historia se une a la larga estantería de ficción de ‘espionaje ruso’, junto a éxitos de ventas como el calamar gigante «armado», los ataques de «guerra sónica» contra diplomáticos de Estados Unidos y la «cinta de pis» Kompromat, hocus pocus impreso por un medio que ve Huellas digitales rusas donde quiera que se ve.
Ah, y si Moscú desea «mapear la ubicación precisa» de los cables, como afirma el Times, sus agentes ni siquiera necesitan abandonar la Madre Rusia. El Departamento de Planificación de Irlanda hace pública esta información. Los mapas con coordenadas precisas, fotos aéreas, datos de encuestas oceanográficas, documentos de planificación y evaluaciones arqueológicas se pueden ver en el sitio web del departamento.
Independientemente del mapeo, espiar el tráfico de cable es otra cosa, que requiere agentes en el terreno. Resulta que Rusia ya había hecho esto antes, y estaba husmeando en el tráfico web dentro y fuera de Irlanda en 2009, según documentos revelados en 2014 por el informante de la NSA Edward Snowden. Oh, espera, no importa, esa fue la inteligencia británica. Ups