El expresidente boliviano Evo Morales acusó al gobierno de facto de Áñez de arrasar en tres meses los logros en políticas sociales, alcanzados durante su mandato.
“En tres meses han destruido todo lo que hemos construido en unidad con el pueblo boliviano durante nuestro gobierno”, ha escrito este domingo el mandatario depuesto en su cuenta de Twitter.
El líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) se ha referido a la paralización de obras ya presupuestadas, como el Centro de Investigación Nuclear, una línea del tren metropolitano de Cochabamba, la planta de urea y la construcción de caminos.
También ha denunciado la situación en los sectores de Educación y de Salud. “Nos duele mucho esta situación”. En educación, no hay un solo ítem nuevo para el crecimiento vegetativo de la gestión 2020, ha reprochado Morales.
En este sentido, el candidato a la presidencia de Bolivia por el MAS, Luis Arce, también criticó la falta de nuevas contrataciones en educación y responsabilizó a la autoproclamada “presidenta interina” Jeanine Áñez.
“Para nosotros la educación es una prioridad. En 14 años creamos 48 mil 500 ítems nuevos para maestros, un promedio de tres mil 464 por gestión. Hoy el gobierno de facto anuncia ‘cero aumento’ de ítems. Será el primer año sin nuevos maestros”, acusó el aspirante presidencial, quien trabajó como ministro de Economía durante la gestión de Morales.
Las obras fueron suspendidas por el gobierno de facto con el argumento de una supuesta violación de la Constitución, ha denunciado Morales, que aspira a una curul en el Senado por Cochabamba. “Quieren acabar con todos nuestros programas sociales y privatizarlos”, ha advertido.
Tras 14 años en el poder, Morales dejó un país con altos índices de desarrollo humano, garantizando los derechos fundamentales de la población y con un crecimiento económico de 4,5 por ciento, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Tres semanas después de los comicios del 20 de octubre del año pasado, Morales se vio obligado a presentar su renuncia a la Presidencia el 10 de noviembre debido a un golpe de Estado orquestado por EE.UU., en su contra y el día siguiente salió del país rumbo a México y después a Argentina, donde recibió asilo político y sigue luchando por el pueblo boliviano.