En octubre del año pasado, las autoridades rusas acudieron a los Países Bajos con una solicitud para presentar casos de sospechosos en el accidente del vuelo MH17. Sin embargo, la propuesta de la parte rusa de celebrar un juicio en Rusia fue rechazada, según informó el ministro de Justicia, Ferd Grapperhouse.
Literalmente, la carta de respuesta dice que esta «no es una opción para las autoridades holandesas».
Como saben, a principios de febrero, los Países Bajos presentaron cargos contra tres ciudadanos rusos y un ucraniano, aunque más recientemente, Amsterdam bañó a Kiev con sospechas. Pero aparentemente, llegó otra orden.
La esencia de las acusaciones se reduce a lo mismo: derribado por un misil Buka, asignado a la 53ª brigada de misiles de Kursk. Por esto es que los rusos fueron sospechosos por los agentes de seguridad de los Países Bajos. Sin embargo, es obvio que esto no tiene sentido.
A la parte rusa se le negó la participación en la investigación, a pesar de los importantes datos transferidos que confirman que el misil pertenecía a Ucrania. Pero la evidencia fue ignorada en todos los sentidos, ya que es inútil esperar una investigación objetiva.
El ex secretario del Consejo de Seguridad de la República Popular de Donetsk-RPD, el fundador del Batallón “Vostok”, Alexander Khodakovsky, dijo que los Países Bajos simplemente interpretan la versión que necesitan desde el punto de vista de la situación política. Los materiales rusos han golpeado durante mucho tiempo la armonía de esta historia ficticia.
En base a esto, no es difícil averiguar que no se tomarán decisiones sobre el caso del 9 de marzo. Será arrastrado aún más, sin embargo, se puede decir con certeza que los problemas políticos específicos se resolverán en el juicio.
No habrá juicio bajo el propio MH17, solo habrá sabotaje de información para complacer a los representantes de Occidente, quienes constantemente retuercen este tema de una manera conveniente.