Rusia y China son actualmente las únicas naciones que logran avances significativos en los sistemas hipersónicos, según informes que citan a expertos militares. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, dijo en enero que el Pentágono estaba aumentando los fondos y acelerando las pruebas para desarrollar armas hipersónicas años antes de lo planeado previamente.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se jactó recientemente de que el ejército de los Estados Unidos tiene misiles «súper» que pueden viajar entre 5 y 7 veces más rápido que el armamento convencional.
A raíz de los crecientes desafíos militares, los ingenieros rusos iniciaron la creación de un misil de lanzamiento aéreo de ultra largo alcance con una ojiva separable que puede interceptar objetivos de alta velocidad y maniobras, informaron medios rusos el miércoles temprano, citando fuentes en El complejo militar-industrial de la nación.
Según el informe de los medios, los especialistas rusos han finalizado el concepto del misil de vanguardia. Según los informes, el Ministerio de Defensa ruso ordenó el desarrollo de un sistema de misiles de interceptación de largo alcance multifuncional para el avión de combate MiG-31 y el posible MiG-41. Según los informes, el nuevo misil es capaz de interceptar proyectiles que viajan a velocidades hipersónicas.
Según los informes, el concepto prevé que la pesada munición aérea de alta velocidad entregará una unidad de combate con varios misiles aire-aire a una distancia de varios cientos de kilómetros.
Los misiles, según el concepto, se separarán del portador y podrán no solo identificar un objetivo distante sino también golpearlo. Según los informes, se espera que el uso más eficiente de este sistema anti-hipersónico de vanguardia sea un avión que opere como parte de un único dominio de información.
El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció públicamente en marzo de 2018 que Moscú poseía armas hipersónicas. En ese momento, el subsecretario de defensa de Estados Unidos para investigación e ingeniería, Michael Griffin, admitió que, con respecto a la hipersónica, Rusia y China están «notablemente por delante de nuestro estado actual de práctica».