El día anterior, el Ministerio de Defensa turco anunció que las fuerzas del país habían atacado 115 objetivos del gobierno sirio, destruyendo 101 de ellos.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, comentó el martes sobre la reciente escalada en el norte de Siria, y prometió que el gobierno sirio «pagaría un alto precio» por sus acciones.
«Ayer, el gobierno sirio recibió una respuesta poderosa. Seguiremos haciéndolo. Pagarán un precio muy alto. Informaré sobre los pasos adicionales de Turquía durante una sesión de grupo parlamentario mañana», dijo Erdogan.
Más temprano en el día, el Ministerio de Defensa turco confirmó que militantes en Siria habían derribado un helicóptero del gobierno en al-Nayrab, provincia de Idlib, mientras que las fuerzas sirias se habían retirado de la ciudad.
«El ejército sirio se retiró del asentamiento de al-Nayrab en la provincia de Idlib. Se supo que un helicóptero perteneciente a él fue derribado», dijo el Ministerio de Defensa turco en un comunicado.
Según los informes, el ataque fue llevado a cabo por terroristas asociados con el grupo terrorista al-Nusra *.
Al mismo tiempo, Sky News Arabia informó que dos pilotos murieron en el incidente.
El incidente se produce un día después de que el Ministerio de Defensa turco anunció que las fuerzas del país habían atacado 115 objetivos del gobierno sirio, destruyendo 101 de ellos. La medida fue una respuesta a un supuesto ataque contra puestos militares turcos en Idlib por parte de las fuerzas del gobierno sirio.
Las tensiones en el norte de Siria comenzaron a aumentar la semana pasada después de que ocho ciudadanos turcos fueron asesinados en un bombardeo realizado por las fuerzas del gobierno sirio en el puesto de observación de Turquía en Idlib.
Tras el bombardeo, las fuerzas turcas llevaron a cabo un ataque de represalia, matando, según el presidente Recep Tayyip Erdogan, 76 militares sirios.
Días después del incidente, los medios informaron que Turquía estaba reuniendo fuerzas en la región cuando se vio un convoy de 150 camiones que transportaban tropas de las fuerzas especiales turcas, equipo militar y municiones en la frontera entre Turquía y Siria en la provincia de Hatay.