El Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad de los Estados Unidos (NCSC) presentó el lunes una nueva estrategia que contempla la protección a gran escala de los Estados Unidos contra las amenazas extranjeras. El documento contiene temas que van desde elecciones nacionales hasta secretos comerciales.
El documento, promulgado por el presidente estadounidense Donald Trump en enero, estipula la estrategia de seguridad nacional de EE. UU. Para 2020-2022. Según el documento, un nuevo objetivo estratégico es proteger «la infraestructura crítica de la nación de las entidades de inteligencia extranjeras que buscan explotar o interrumpir las funciones críticas nacionales».
William Evani na, director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad, dijo en una carta adjunta al documento que la nueva estrategia «identifica áreas en las que los actores de amenazas extranjeras pueden causar graves daños a nuestra seguridad nacional y económica y donde debemos prestar atención». y recursos «.
Según Evanina, las 5 prioridades principales de contrainteligencia se centran en ampliar el enfoque más allá del espionaje: proteger la infraestructura crítica, incluidos los servicios financieros y de energía; evitar que espías extranjeros se infiltran en las cadenas de suministro para espiar sistemas estadounidenses como el sector de las comunicaciones; detener el robo de propiedad intelectual de los Estados Unidos; apuntalar una defensa de las elecciones estadounidenses contra la influencia extranjera y defenderse contra el ciberespionaje y los ataques cibernéticos extranjeros.
El documento, denominado por Evanina como «un mensaje para el mundo», cambia el enfoque de una gran variedad de adversarios, que van desde estados -Rusia, China, Cuba, Irán y Corea del Norte- a grupos terroristas y criminales cuyo acceso a la tecnología ha aumentado.
El NCSC sugirió en su nueva estrategia que todas las opciones deberían estar sobre la mesa para responder a las amenazas.
La semana pasada, el director del FBI, Christopher Wray, dijo que unas 1,000 investigaciones abiertas sobre el robo de tecnología china ahora involucran a todas las oficinas del FBI en los Estados Unidos. El subdirector de contrainteligencia del FBI, John Brown, afirmó que el creciente enfoque de la agencia en el espionaje chino ha interrumpido el presunto espionaje de Beijing, como lo demuestran 24 arrestos en el año fiscal 2019 en los casos en que el gobierno chino estuvo involucrado.