La provincia china de Hubei, el epicentro de un brote viral letal, reportó 81 nuevas muertes y otros 2.147 nuevos casos de infección el domingo por la mañana, lo que elevó la cifra mundial de enfermedades a más de 37,000, con al menos 813 muertes.
El virus se ha extendido por todo el mundo a casi 30 países. Los gobiernos han estado luchando para contener la epidemia, con múltiples estados que prohíben los vuelos directos desde China. Se implementaron estrictos regímenes de cuarentena para los ciudadanos que regresan del país.
Mientras Beijing toma medidas firmes de cuarentena en docenas de ciudades, que abarcan a decenas de millones de ciudadanos, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, elogió a su homólogo chino por su liderazgo «agudo» en medio del brote. Mientras tanto, el presidente Xi Jingping dijo que China tenía «plena confianza y capacidad» para superar la epidemia y que ya estaba viendo resultados positivos, y agregó que las perspectivas económicas a largo plazo de Beijing no cambiarían.