El fracaso de juicio político contra el presidente estadounidense Donald Trump no afectará las relaciones ruso-estadounidenses. Sin embargo, podrían cambiar solo después de que se elija a un nuevo ocupante de la Casa Blanca, dijo el Director de Investigación del Club de Discusión Internacional de Valdai y el editor en Jefe de Rusia en la revista de Asuntos Globales, Fyodor Lukyanov.
Según el comentarista político, es poco probable que la política de Washington en general y en relación con Rusia en particular cambie hasta fines del 2020. «No hay una agenda especial en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, lo cual es importante para Trump, así que ahora solo podemos esperar el resultado de las elecciones», dijo cuando se le pidió que comentara sobre las posibles consecuencias del fracaso de juicio político sobre las relaciones ruso-estadounidenses.
Además, incluso el nuevo mandato presidencial de Trump no garantizará ningún cambio en la política de Washington en Rusia, continuó. «Si Trump es reelegido, entonces, por un lado, sus manos se desatarán en mayor medida. Por otro lado, no cambiará mucho, porque la importancia de Rusia para Trump es bastante baja en su agenda. Es por eso que yo no creo que podamos esperar algo, pero, de todos modos, todo se puede discutir después de las elecciones», señaló el experto.
Resultado de una disputa política interna en los EE.UU.
Refiriéndose al intento fallido de expulsar a Trump del poder, Lukyanov señaló que el Partido Republicano se había reunido en torno al presidente de Estados Unidos, mientras que la cruzada de los demócratas, que están divididos, no se concretó. «Durante el proceso de destitución, Trump consolidó su partido y tiene el control total de su base. Cuenta con un nivel de apoyo sin precedentes entre los republicanos, que, en general, le da una ventaja moral y política», dijo.
«El objetivo [de los procedimientos] era, por supuesto, establecer el tono para toda la campaña electoral y convertirlo en el caso personal de Trump», subrayó el experto.
«Objetivamente, todo se jugará en las manos de Trump, porque hay una cierta cultura política en Estados Unidos. Los ganadores son respetados, mientras que los perdedores no son muy bienvenidos», señaló Lukyanov.