La excongresista colombiana Aída Merlano, prófuga de la justicia colombiana, denuncia en un tribunal en Caracas que el Gobierno de Iván Duque quiere asesinarla.
Hace una semana, Venezuela anunció que la excongresista colombiana Aída Merlano, acusada y condenada a 15 años de prisión por haber comprado votos para lograr un escaño en su país, fue detenida en la ciudad de Maracaibo, en el estado de Zulia, por falsificación de documentos y usurpación de identidad, así como de entrada ilegal en el territorio.
Merlano, en una comparecencia ante la Justicia venezolana por voluntad propia, ha denunciado que está siendo “perseguida” por el presidente colombiano, Iván Duque, debido a que dispone de pruebas suficientes para hacer “caer” a varias figuras destacadas de la clase política de su país.
“Tengo pruebas, vídeos, audios, pruebas escritas, contratos y licitaciones amañadas. Todos caerían con las pruebas que yo tengo”, ha advertido este jueves ante un tribunal de Caracas (capital venezolana).
La exlegisladora colombiana ha exigido protección a las autoridades venezolanas, tras afirmar que entró de manera ilegal en Venezuela ante la seguridad de que en Colombia iba a ser asesinada.
En esta línea, ha pedido al presidente venezolano, Nicolás Maduro, que no la devuelva a Colombia y que interceda por ella a nivel internacional, ya que teme por su vida. “Estoy siendo perseguida por el presidente de mi país, quieren asesinarme”, ha enfatizado.
Tras conocerse las noticias de su detención, Colombia, anunció que haría una solicitud de extradición “ante el legítimo Gobierno de Venezuela que encabeza Juan Guaidó”, a quien Colombia reconoce como “presidente legítimo”.
Sin embargo, Venezuela desestimó la demanda del Gobierno de Duque, bajo el argumento que el líder opositor Guaidó no tiene control alguno sobre los tribunales o las fuerzas de seguridad venezolanas.
Las relaciones entre Bogotá y Caracas se han deteriorado en los últimos años de manera considerable. Colombia secundó a EE.UU. en su decisión de reconocer a Guaidó, quien se autoproclamó en enero de 2019 “presidente interino” del país sudamericano.
Con todo, el presidente chavista dice estar listo para recuperar las relaciones con Colombia, considerando que ambos países comparten “más de 2000 kilómetros de vecindad” y también casi seis millones de colombianos radican en Venezuela.