El presidente ruso considera a Irán y Rusia dos actores importantes en la lucha contra el terrorismo e insta al fortalecimiento de la cooperación con Teherán.
“Tenemos la intención de fortalecer la cooperación con Irán en la lucha contra el terrorismo internacional, para coordinar los pasos en el marco del proceso de Astana, para facilitar un acuerdo en Siria”, ha aseverado este miércoles el mandatario ruso, Vladimir Putin, durante una ceremonia de presentación de credenciales de embajadores extranjeros.
Putin ha indicado que las relaciones de Irán y Rusia son “amistosas y basadas en el respeto mutuo” y ha reclamado el fortalecimiento de los vínculos con Teherán en todos los campos mientras que ha celebrado las cooperaciones entre ambos países en los granes proyectos conjuntos, especialmente en la energía pacífica nuclear, ferrocarriles y otros planes económicos.
Putin también ha señalado la importancia de mantener el acuerdo nuclear para la estabilidad global y regional recalcando que “Moscú continuará luchando para mantener el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)”, nombre oficial del mismo pacto suscrito en 2015 entre Teherán y el Grupo 5+1 —formado entonces por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania—
El líder ruso ha advertido que la humanidad se ha encontrado en una “línea peligrosa” debido al creciente número de conflictos regionales y las amenazas del terrorismo y el extremismo, así como el colapso del sistema de control de armas —en alusión a la retirada de EE.UU. del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés)— y el estado inestable de la economía global.
En total, embajadores de 23 estados participaron en la ceremonia de presentación de credenciales, incluyendo Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Alemania, China, Irak, Australia, Grecia, Kazajstán y Suecia. Desde Irán, la credencial fue entregada al líder ruso por Kazem Yalali, el nuevo embajador persa en Moscú.
Irán y Rusia han desempañado un papel destacado en la derrota del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) al ofrecer apoyo a Siria en la lucha contra esta banda takfirí y otros grupos, patrocinados y financiados por EE.UU. y sus aliados regionales y occidentales.