Japón envía un buque de guerra para proteger una importante ruta petrolera, experto comenta

Japón ha enviado su destructor Takanami, encargado de garantizar el movimiento sin trabas de los petroleros a lo largo de la costa iraní. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha declarado que la misión de los miembros de la tripulación es recopilar información. Mientras Tokio busca ser el mediador entre Washington y Teherán, se abstuvo de unirse a una operación que Estados Unidos y sus aliados más cercanos están llevando a cabo en la región. Un experto dice que el objetivo principal de Tokio es demostrar su estatus como potencia naval, escribe Nezavisimaya Gazeta.

Según los planes, la misión del buque de guerra durará cuatro meses, después de lo cual otra nave destructora lo reemplazará. Tokio rotará los barcos tres veces al año. El destructor puede usar la fuerza militar solo si las embarcaciones comerciales del país están bajo ataque y se mantendrán alejadas de las áreas donde pueden comenzar las actividades militares.

Tokio ha estado caminando por la cuerda floja entre Irán y los Estados Unidos. Por un lado, a Japón le gustaría demostrar su apoyo al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pero por otro lado, no quiere involucrarse en un conflicto importante con Irán.

«Desde el punto de vista de Japón, es importante mostrar su bandera naval al mundo. Busca establecerse como una potencia global influyente capaz de actuar no solo a lo largo de su costa de acuerdo con el tratado de seguridad entre Estados Unidos y Japón, sino también en el extranjero», enfatizó Valery Kistanov, quien dirige el Centro de Estudios Japoneses en el Instituto de Estudios de Extremo Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia.

«Este es solo el primer paso. Otros seguirán, particularmente porque Estados Unidos exige que Japón asuma más responsabilidad por su propia seguridad», dijo el experto. Al mismo tiempo, Japón quiere ser un mediador entre Estados Unidos e Irán. «Tal postura es típica de Tokio porque, aunque Japón es miembro del G7, es un país asiático. Es por eso que Japón quiere ser un puente que conecte Oriente y Occidente», señaló el experto.

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