Los cálculos de Washington con respecto a los países latinoamericanos no han funcionado, a pesar de los pasos tomados por Estados Unidos, incluso al usar la presión económica, dijo a TASS el Director del Departamento Latinoamericano del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Alexander Shchetinin.
«El año pasado mostró lo que Washington no parecía esperar. Sus planes comenzaron a agotarse», señaló el diplomático. «La región resultó ser más complicada y diversa que los cálculos simplistas de los radicales estadounidenses. Por lo tanto, a pesar de las sanciones sofocantes y las estrategias de la revolución del color, ellos [los estadounidenses] no pudieron llevar a cabo su guerra relámpago contra Venezuela, Cuba y Nicaragua».
El diplomático señaló que los intentos de Washington de «remodelar la región latinoamericana de acuerdo con sus intereses geopolíticos generan preocupación». «La obsoleta Doctrina Monroe fue tomada como su base ideológica. Los esfuerzos encaminados a derrocar a los regímenes no deseados o ‘dirigir’ a los indecisos en el ‘camino correcto’, desgarrando los procesos de integración regional e imponiendo modelos neoliberales rígidos se han convertido en una parte integral de ese curso”, señaló Shchetinin.
El diplomático enfatizó que las restricciones y presiones ilegales habían sido una de las principales herramientas de la política de Washington. «El endurecimiento del bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba es un vívido ejemplo de eso».
Agregó que Moscú se oponía a los intentos de desestabilizar América Latina y continuaría «brindando el apoyo político y diplomático necesario a sus socios y amigos en el ámbito internacional y cultivando lazos comerciales y económicos [con ellos]».