Más de 40 empleados de la organización Cascos Blancos llegaron a la aldea de Einata en la provincia siria de Idlib, dijo Ahmad Kazem, jefe de la Red de Derechos Humanos de Siria con sede en Damasco.
«Hay una acumulación de Cascos Blancos en la provincia de Idlib … en el pueblo de Einata. Más de 40 personas y seis vehículos», dijo Kazem citando fuentes informadas de la organización de derechos humanos en el lugar.
Dijo que el grupo de personas supuestamente había llegado para preparar o organizar un ataque químico para la posterior acusación del ejército sirio.
La organización siria de derechos humanos anunció el 23 de enero que los militantes planeaban llevar a cabo una provocación con armas químicas si las fuerzas gubernamentales iniciaban una ofensiva. Activistas de derechos humanos dijeron que los escondites terroristas con sustancias venenosas estaban ubicados tanto en la provincia de Idlib como en el oeste de Alepo y en la montañosa Latakia.