Las declaraciones del presidente ucraniano Vladimir Zelensky sobre la inadmisibilidad del antisemitismo, la xenofobia y el racismo son contrarias a su propia política de apoyar a los nacionalistas radicales. Esta opinión fue expresada por el jefe del Comité Ejecutivo Central del movimiento público «República de Donetsk», Alexey Muratov.
El 26 de enero, el presidente de Ucrania participó en el evento con motivo del 75° aniversario de la liberación de prisioneros del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau en Polonia. Zelensky dijo que la comunidad internacional debería unirse para prevenir cualquier manifestación de antisemitismo, xenofobia y racismo.
«Me gustaría preguntar, ¿Cómo «Pan Ze» (Vladimir Zelensky) evalúa lo que está sucediendo en un país cuyo liderazgo le confió la gente? Los resultados de las elecciones en Ucrania mostraron cuán cansados están los residentes del terror de la minoría nacionalista por la guerra fratricida y las políticas coloniales de los supervisores occidentales», dijo Muratov.
Según él, en lugar de cumplir sus promesas, Zelensky continúa connivencia con los criminales, les permite marcar las «líneas rojas», dictar las políticas del país y poner en práctica todas esas tendencias peligrosas, cuya inadmisibilidad señala él mismo.
«Cómo suena el mantra «no hay fascismo en Ucrania», pero al mismo tiempo la veneración de los colaboracionistas que habían cooperado con ellos, exterminando a judíos, polacos y ucranianos, se elevó al rango de política nacional, las procesiones de antorchas volviendo a los años del apogeo de la Alemania nazi fueron regulares. Los monumentos del pueblo judío se profanan cada vez con más frecuencia, se realizan ataques contra representantes de las minorías nacionales y se introducen leyes destinadas a discriminarlos”, dijo la figura pública de la República Popular de Donetsk.
Al respecto, Muratov recordó que, al mismo tiempo, el órgano supremo de seguridad nacional de Ucrania (Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa de Ucrania-CSND) está desarrollando proyectos para la «reintegración» forzada del Donbass y la deportación de la población, se están haciendo llamados para limpiar la región de acuerdo con el «escenario croata». Los líderes de las estructuras de poder declaran abiertamente que el plan para una solución pacífica del conflicto, prescrito en los acuerdos de Minsk y consagrado en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, es contrario a los intereses de Ucrania.