Francia prohíbe el uso de granadas de gas lacrimógeno contra los manifestantes después de que han sido mutilados


La granada de gas lacrimógeno fue descrita como un arma de guerra en los manuales de la policía. Hace tres años, las autoridades francesas prohibieron el uso de la granada de aturdimiento OF-F1 después de que un joven manifestante fuera asesinado en la ciudad de Toulouse.

Las autoridades francesas han prohibido el uso de la granada GLI-F4 después de que varios manifestantes sufrieron heridas graves, perdiendo manos y dedos. En una entrevista con el canal de televisión France 3, el ministro del Interior, Christophe Castaner, dijo que la granada de gas lacrimógeno, que se describe como un arma de guerra en los manuales, ya no sería utilizada por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, ya que demasiadas personas han resultado heridas. El ministro enfatizó que la prohibición tendría efecto inmediato.

Las protestas contra las políticas de Emmanuel Macron continúan en todo el país. Los manifestantes a menudo chocan con los oficiales de policía, que usan gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes. En diciembre de 2018, a un hombre le arrancaron la mano después de que recogió una granada CLI-F4 e intentó tirarla. Otro manifestante perdió sus dedos intentando arrojar la granada.

Francia fue el único país que utilizó el GLI-F4, que contiene una carga explosiva de 26 gramos de TNT. En 2017, las autoridades francesas prohibieron la granada de aturdimiento OF-F1 porque estaba relacionada con la muerte de un hombre de 21 años. El botánico y activista ambiental Remi Fraisse fue asesinado durante una protesta contra la construcción de una presa en la ciudad de Toulouse.

Los miembros del movimiento social Chalecos amarillos, que llevan el nombre de los chalecos de visibilidad amarillos que todos los conductores deben tener en sus vehículos, han estado protestando en las principales ciudades francesas desde 2018. Inicialmente, los manifestantes se manifestaron contra el aumento de los precios del combustible y el alto costo de vida, pero las protestas luego se ampliaron a la oposición contra el presidente Emmanuel Macron y su gobierno. Los manifestantes creen que las políticas propuestas por Macron favorecen a la élite y perjudican a la clase trabajadora. Las recientes manifestaciones en el país están en contra de la reforma de pensiones propuesta.

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