Irán acusa a Estados Unidos de «oficialmente» promover el «terrorismo de estado» por amenazar al nuevo jefe de las Fuerzas Quds


El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán ha apuntado a la retórica del representante especial de Estados Unidos para Irán, Brian Hook, ya que este último declaró inequívocamente que el sucesor del comandante Soleimani, el general Ghaani, podría enfrentar el mismo destino.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Mousavi, criticó las amenazas de Estados Unidos de neutralizar al recién nombrado jefe de la Fuerza Quds de élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, Esmail Ghaani, como «un anuncio oficial y una revelación flagrante del terrorismo dirigido y estatal».

«Ahora, después del régimen sionista [de Israel], Estados Unidos es el segundo régimen que anuncia oficialmente que ha empleado los recursos de su gobierno y sus fuerzas armadas para actos terroristas y que los continuará en el futuro», explicó Mousavi, y agrega que el recurso de Washington a los actos terroristas es una clara señal de la «debilidad, desesperación y confusión» del establecimiento estadounidense.
Mousavi llamó «comentarios descarados y actos terroristas» por parte de los líderes estadounidenses, instando a la comunidad internacional a condenarlos también «porque la continuación de esta tendencia tarde o temprano recaería sobre todos».

Los comentarios llegan en respuesta al representante especial de EE. UU. Para Irán, Brian Hook, del jueves, de que el general Esmail Ghaani podría terminar como su predecesor, el general Qasem Soleimani, muerto en un ataque con aviones no tripulados estadounidenses cerca del aeropuerto de Bagdad el 3 de enero.

Hook expresó lo que se percibía como una amenaza en una entrevista con el periódico Asharq al-Awsat en el marco del Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, Suiza.

El general Soleimani, entendido como el segundo hombre más poderoso después del líder supremo iraní Jamenei, fue asesinado en medio de una controversia sobre las redadas de Año Nuevo en la embajada de los Estados Unidos en Irak, con multitudes respaldadas por Irán que golpeaban las entradas y ventanas de las instalaciones.

Más tarde se reveló que el ataque con aviones no tripulados fue ordenado por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y las autoridades citaron amenazas inminentes y supuestas pruebas de que Soleimani estaba preparando nuevos ataques contra el personal de los Estados Unidos en el extranjero.

El asesinato marcó el comienzo de una nueva ronda de tensiones más intensas entre Irán y Estados Unidos, con Teherán lanzando un ataque con misiles contra Estados Unidos e hiriendo a 11 funcionarios. Sin embargo, ambas partes indicaron que no hay confrontación militar sobre la mesa.

En un discurso al líder supremo iraní, Ayatollah Khamenei, el 9 de enero, el general Ghaani, quien fue anunciado como el sucesor de Soleimani, prometió continuar el camino del ex comandante «con poder». Señaló que el objetivo final era expulsar por completo a las tropas estadounidenses del Medio este.

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