El fracaso del pseudo compromiso de Trump con Corea del Norte ahora está completo:
Corea del Norte declaró el martes en el escenario global que ya no se adherirá a su moratoria en las pruebas nucleares y de misiles, citando sanciones «brutales e inhumanas» impuestas por los Estados Unidos a su régimen.
«No encontramos ninguna razón para estar unilateralmente vinculados por el compromiso que la otra parte no cumple», dijo Ju Yong-chol, un consejero de la misión de Corea del Norte ante las Naciones Unidas en Ginebra, durante la Conferencia respaldada por la ONU sobre Desarmamiento.
La falta de voluntad de la administración Trump para ofrecer a Corea del Norte un alivio significativo de las sanciones durante el último año y medio hizo que sea muy probable que Corea del Norte reanude las pruebas que detuvieron voluntariamente en 2018.
El gobierno de Corea del Norte ha sido tan claro como podría ser durante meses que EE. UU. Tuvo que cambiar su enfoque para fines de 2019 para continuar las negociaciones. La administración hizo caso omiso de esta advertencia, y ahora tendrán que vivir con las consecuencias de su negligencia.
El mal manejo de Trump de Corea del Norte nos ha llevado a este punto. Hubo una pequeña ventana de oportunidad para bloquear la moratoria de pruebas de Corea del Norte como parte de un acuerdo de control de armas, y esa ventana ahora parece estar cerrada. Si la administración hubiera buscado un compromiso genuino con un conjunto realista de demandas, las conversaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte podrían haber producido un acuerdo modesto pero valioso.
Desafortunadamente, el presidente no está interesado en la diplomacia real y, como siempre, prefería la escenografía a la estadía. Entre la vanidad del presidente y el fanatismo de sus asesores, esta administración nunca iba a hacer ningún progreso con Corea del Norte.
Se avecina una crisis con Corea del Norte, porque tan pronto como Corea del Norte reanude las pruebas, Trump los acusará falsamente de «violar» un acuerdo inexistente y las tensiones volverán a aumentar. Esto podría haberse evitado si la administración Trump hubiera estado dispuesta a conformarse con algo mucho menos que la capitulación y el desarme de Corea del Norte, pero gracias a Bolton y Pompeo, el presidente desperdició esa oportunidad en Hanoi.