Como si la expansión de los incendios forestales y las violentas tormentas de granizo no fueran suficientes, para agregar insulto a las lesiones, grandes tormentas de polvo envolvieron grandes extensiones de Nueva Gales del Sur en Australia para cerrar un fin de semana de clima intenso.
El video de un testigo ocular muestra el enorme muro de tierra que se apodera de los pobres australianos que solo podían mirar boquiabiertos (al menos hasta que la tormenta golpeó) antes de que toda el área estuviera cubierta de polvo. Los residentes de las ciudades de Narromine, Parkes y Dubbo en el estado de Nueva Gales del Sur solo podían mirar con asombro a medida que la ominosa nube se hacía cada vez más grande antes de consumirlos a todos.
La Oficina de Meteorología de Australia emitió severas advertencias de tormentas y vientos durante el fin de semana, ya que las condiciones climáticas se alinearon para generar enormes paredes de polvo de cientos de pies de altura. Las ráfagas alcanzaron hasta 107 km / h en la ciudad de Dubbo y 94 km / h en Parkes
Nyngan‘s Grace Behsman took this video of a huge dust storm rolling in as they approached town. Watch til end — scary moment when the storm overtakes and everything goes black. The dust storm has swept the west & is encroaching Dubbo. Remember: not everyone’s celebrating rain 😔 pic.twitter.com/5VMLrFbrrT
— Lucy Thackray (@LucyThack) January 19, 2020
Narromine dust storm — Jan 19th pic.twitter.com/GeFSqby8NY
— Mick Harris (@mickharris85) January 19, 2020
Los satélites MODIS de la NASA registraron las vastas nubes de polvo que se acumulaban en el centro del país desde alrededor del 11 de enero, debido a un período prolongado de sequía, exacerbado por los recientes incendios forestales que asolaron el país.
«Las tormentas de polvo que afectan el centro oeste de Nueva Gales del Sur son una consecuencia directa de dos años de sequía y una disminución considerable de la cubierta vegetal en la superficie del suelo», dijo Stephen Cattle, científico de suelos de la Universidad de Sydney.
En otros lugares, la lluvia y el granizo azotaron otras partes de Australia, con docenas de autos que quedaron plagados de agujeros después de una monstruosa tormenta de granizo.