La reacción de Occidente a las discusiones públicas sobre las enmiendas a la Constitución rusa está tomando la forma de una campaña agresiva que raya con la interferencia en los asuntos internos del país, dijo el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Consejo de la Federación (la cámara alta del parlamento), Konstantin Kosachev en una reunión de un grupo de trabajo que desarrolla enmiendas constitucionales.
«La reacción de lo que se puede describir como el «colectivo de Occidente» está tomando la forma de una campaña hostil y agresiva contra Rusia, que limita con la interferencia en nuestros asuntos internos», señaló Kosachev.
Al mismo tiempo, según el senador, es bueno que los países extranjeros presten tanta atención a las reformas rusas. «Demuestra que los desarrollos en nuestro país son importantes para todo el mundo. Nuestro país es uno de los principales actores mundiales, y esta es la razón por la cual todo el mundo está muy interesado en la forma en que nuestro gobierno está organizado y en cómo funcionan los mecanismos para garantizar la soberanía”, enfatizó Kosachev.
«Desde mi punto de vista, la conclusión que se puede extraer de él es que el presidente ha dado en el clavo. El colectivo de Occidente solo está interesado en Rusia cuando no es un país soberano y no puede proteger sus intereses nacionales cediendo a la presión extranjera e incluso cayendo bajo control extranjero», agregó el senador.
El 15 de enero, el presidente ruso firmó una orden para crear un grupo de trabajo para elaborar enmiendas constitucionales. El grupo de trabajo consta de 75 miembros, incluidos políticos, legisladores, investigadores y figuras públicas.
El lunes, el presidente presentó un proyecto de ley sobre enmiendas constitucionales a la Duma del Estado. El proyecto de ley comprende las enmiendas que Putin propuso en su discurso sobre el estado de la nación a la Asamblea Federal el 15 de enero.