Continúan las marchas de protesta masiva en París y otras ciudades importantes de Francia. Los residentes de la Quinta República no están contentos con los planes del presidente de llevar a cabo una reforma de pensiones contraria a la opinión del pueblo.
Según los sindicatos, al menos un cuarto de millón de funcionarios públicos, representantes de diversos sectores de la economía (transporte, educación, servicios médicos y otros) salieron a las calles.
El viernes 17 de enero fue el día 44 de una huelga nacional que paralizó el movimiento de trenes, trenes subterráneos y autobuses suburbanos. Los sindicatos exigen que las autoridades abandonen de inmediato los planes para aumentar su edad de jubilación de 62 a 64 años. Macron considera que esta condición es fundamental para que cualquier francés pueda recibir una pensión completa. Según los manifestantes, de hecho, esto significa el principio de «trabajar más por menos».