La Policía Nacional de Panamá descubrió una fosa común con los restos de siete personas, presumiblemente víctimas de las actividades de una secta religiosa, y seis de los muertos eran niños, informa el canal de televisión de Panamá.
El lugar de entierro fue encontrado en el territorio de los indios Ngäbe Buglé, donde operaba una secta. Todos los muertos fueron identificados. Además, como resultado de la operación policial, se salvaron 14 personas, entre ellas siete menores y dos mujeres embarazadas. Las víctimas recibieron asistencia médica.
La información sobre la existencia de la secta de la policía nacional fue proporcionada por tres de sus miembros, quienes lograron escapar y llegar al centro médico en la provincia de Veraguas.
El canal TVN cita las declaraciones de las víctimas de que fueron golpeadas y torturadas en las reuniones de la secta, y que el entierro se llevó a cabo por la noche. Hasta la fecha, 10 personas han sido detenidas en el caso.