Avanza el programa económico del presidente de Argentina Alberto Fernández para salir de la crisis que azota al país


La expansión financiera que esboza el programa, se respaldará con los cobros de mayores impuestos a las personas de mejor posición económica y transfiriendo capital a los más pobres.

El presidente argentino Alberto Fernández cumple un mes en la presidencia y ya comienza a verse los efectos del programa económico que implementará en su gestión, para sacar al país de la profunda crisis heredada de la administración de Mauricio Macri, cuyos principales objetivos son “poner plata en los bolsillos de la gente” y “encender la economía”.

La gestión macrista dejó una nefasta herencia de deuda pública externa insustentable y una fuerte recesión económica, además de las consecuencias de desempleo, hambre y destrucción de las capacidades productivas.

Entre las prioridades del nuevo presidente están atacar el problema de la deuda y la agobiante recesión, lo cual para algunos es la única vía posible, aunque es un camino que no será fácil, seguro ni mucho rápido. De ahí que las políticas elegidas por el inquilino de la Casa Rosada y su equipo sean la renegociación de la deuda y la reactivación de la demanda, la única vía para crecer y dar respuesta a las expectativas sociales.

El presidente Fernández aboga por aplicar una serie de medidas similares a las ya aplicadas con anterioridad por el kirchnerismo: el establecimiento de retenciones a las principales exportaciones, la desdolarización de las tarifas de los servicios públicos y los combustibles, el desendeudamiento y el aumento de salarios.

Su programa económico se resume en la expansión de la demanda, lo cual da un importante giro a la visión del anterior gobierno, más favorable a la oferta.

Al mismo tiempo, la expansión financiera se respaldará con los cobros de mayores impuestos a las personas de mejor posición económica y transfiriendo capital a los más pobres. Así, la crisis recaerá sobre aquellos que más se beneficiaron durante el macrismo.

El panorama para la economía argentina en los próximos cuatro años, según la política gubernamental, se presenta con controles cambiarios con impuesto para la compra de divisas para ahorro y turismo; aumento del ingreso disponible de los sectores postergados de la población a través de decreto; programa de Precios Cuidados para garantizar valores de referencia en productos de la canasta básica; tarifas estables por seis meses; y la reducción de más de 10 puntos de las tasas de interés del Banco Central.

En su conjunto, estas medidas delinean un mapa de la ruta elegida por el equipo económico para enfrentar la inflación en 2020. De este modo, se pretende enfrentar los precios sin descuidar el deterioro social, la depresión productiva y el frente externo, o sea, los tres desequilibrios importantes de la economía.

Los controles cambiarios serán claves para reordenar el frente externo, ya que le permiten al Banco Central comprar casi la totalidad del superávit comercial.

En cuanto al aumento de ingresos por decreto para los segmentos vulnerables de la población, este tiene en cuenta el rol de los costos en la inflación. Para los asalariados registrados se autorizó un adelanto a cuenta de paritarias y se buscará que la carrera entre precios y salarios se contenga a partir del acuerdo social.

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