Las manifestaciones contra la reforma de las pensiones de Francia y las protestas de los chalecos amarillos antigubernamentales se convirtieron en enfrentamientos con la policía en París y en otros lugares el sábado. La policía utilizó gases lacrimógenos y fuerza mientras algunos arrojaban piedras y prendían fuego.
La huelga nacional contra las reformas de pensiones entró en su 38º día en Francia, coincidiendo con la «Ley 61» de manifestaciones de los chalecos amarillos, el movimiento que ha estado protestando las medidas de austeridad del estado cada fin de semana durante más de un año.
Las tensiones de este sábado parecen ser particularmente altas, ya que los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía estallaron en múltiples lugares en todo el país.
En París, los manifestantes fueron vistos arrojando piedras a la policía, tratando de erigir barricadas en las calles y prendiendo fuego a contenedores de basura. La policía, a su vez, respondió con descargas de gases lacrimógenos, que se arrastraron por las calles como una gran nube blanquecina y tóxica.
Clashes escalate as #YellowVests & trade unions protests continue against pension reforms in #Paris
WATCH LIVE: https://t.co/InLnAy0gbD#GiletsJaunes pic.twitter.com/9wPrIMGrcT
— RT (@RT_com) January 11, 2020
Clashes escalate as #YellowVests & trade unions protests continue against pension reforms in #Paris
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También se prendió fuego a una valla publicitaria, que según se informa anunciaba un banco, que luego envolvió el edificio residencial adyacente.
Las manifestaciones en varias otras ciudades francesas parecen ser tan turbulentas como en la capital del país. En Nantes, por ejemplo, se vio a la policía tratando de dispersar a las multitudes usando dos mangueras de bomberos, así como desplegando generosamente gases lacrimógenos.
https://twitter.com/FranceNews24/status/1215996530194296834
Las protestas contra la reforma de las pensiones, que han recibido un apoyo masivo de los sindicatos franceses, comenzaron a principios de diciembre. Llegaron en forma de manifestaciones masivas, huelgas, huelgas de trabajo e intentos de alterar la infraestructura vital. El descontento fue provocado por el plan del gobierno para una reforma que verá los 42 planes de pensiones del país fusionados en uno solo, basado en puntos.
Si bien las autoridades insisten en que el objetivo principal de la reforma es hacer que la pensión sea más transparente y simple, sus críticos creen que el gobierno básicamente está tratando de estafar a los trabajadores, robando sus beneficios duramente ganados