El gasoducto TurkStream es un ejemplo de interacción y cooperación en beneficio de los europeos y del mundo entero, anunciaron el 8 de enero los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, durante la ceremonia de lanzamiento del proyecto en Estambul. Según los expertos entrevistados por Izvestia, la puesta en marcha del nuevo gasoducto permitirá que Rusia ya no dependa del tránsito ucraniano, y esta ruta de suministros a Europa puede convertirse en la opción más rentable.
La tubería TurkStream consta de dos líneas, cada una con una capacidad de 15,75 mil millones de metros cúbicos de gas. El primero está destinado al suministro de gas ruso a los consumidores turcos, mientras que el segundo está destinado al suministro de gas al sur y sureste de Europa. La construcción de la sección en alta mar comenzó en mayo del 2017, y en noviembre del 2018 se completó el tendido de tuberías en alta mar de ambas líneas. El 19 de noviembre de 2019, ambas líneas de Turkish Stream se llenaron de gas. Gazprom estimó el precio de su construcción en $ 7 mil millones.
El analista senior de BCS Premier Sergey Suverov cree que este gasoducto dará sus frutos en cinco años como mínimo. Cuando Gazprom toma una decisión sobre las inversiones, generalmente se enfoca en una tasa de rendimiento del 15% del capital invertido, dijo el experto a Izvestia.
Vyacheslav Kulagin, jefe de departamento del Instituto de Investigación Energética de la Academia de Ciencias de Rusia, dijo a Izvestia que el nuevo gasoducto permite suministrar directamente todo el volumen necesario de gas ruso a Turquía y no a través de Ucrania. «Pronto, suministraremos no más del 20-25% de gas a través de cualquier ruta de exportación. Esto garantiza suministros confiables y hace que el trabajo en el mercado sea flexible», explicó Kulagin a Izvestia.
Según el periódico, al alcanzar su capacidad máxima, reducirá el tránsito ucraniano en 31,5 mil millones de metros cúbicos por año.