El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irak informó a la embajada iraní en Bagdad que considera que los ataques con misiles del miércoles por la mañana contra dos bases estadounidenses en Irak fueron violaciones de la soberanía de Irak.
Según una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores iraquí, el encargado de negocios interino de la embajada iraní, Musa Tabtabaei, «fue informado de la negativa del Gobierno de la República de Iraq de estos ataques y los consideró una violación de los iraquíes soberanía.»
La declaración señaló además que el ministerio «llama a todas las partes involucradas a mostrar moderación y no hacer de Irak un campo de batalla para ajustar cuentas», enfatizando que Irak es un país independiente y que «su seguridad interna es una preocupación prioritaria y adulta».
وقد أناب عنه القائم بالأعمال المؤقت السيد موسى طبطبائي؛ وذلك لتواجد السفير في ايران في مهمة رسمية.
تم إبلاغ السيد القائم بالأعمال برفض حكومة جمهورية العراق تلك الاعتداءات واعتبارها خرقاً للسيادة العراقية،— وزارة الخارجية العراقية (@Iraqimofa) January 9, 2020
La medida siguió a las denuncias del ataque, que golpeó dos bases estadounidenses en Irak, Ayn al-Asad y Al-Taji, por parte de políticos iraquíes.
La oficina del presidente iraquí, Barham Salih, denunció la «violación reiterada de Teherán de la soberanía iraquí y su transformación de Irak en un campo de batalla para la confrontación entre partidos beligerantes», informó Al Jazeera.
Mohamed al-Halbousi, el presidente del parlamento iraquí, emitió una declaración para «condenar la violación de Irán de la soberanía iraquí y expresar el rechazo total de transformar a Irak en un espectro para ajustar cuentas».
«Las huelgas fueron definitivamente una violación de nuestra soberanía», dijo Rayyan al-Jaaf, de 24 años, a Al Jazeera. «Lo que Irán hizo fue lo mismo que Estados Unidos cuando lanzó un misil en Bagdad para matar a Soleimani. Ambos fueron asaltos a Irak, pero el gobierno ha permanecido en silencio».
Las denuncias siguieron a una votación del 5 de enero por el Parlamento iraquí para expulsar a las fuerzas estadounidenses de Irak después de media docena de ataques aéreos no autorizados, incluido uno que mató al comandante de la Fuerza Quds iraní, general Qasem Soleimani, y al comandante de las Fuerzas Populares de Movilización Iraquí Abu Mahdi al-Muhandis. Los ataques con misiles del miércoles en Irán fueron «venganza» por la muerte de Soleimani.
Si bien gran parte de la ira de los manifestantes ha sido dirigida a Washington por su fuerte influencia sobre los asuntos iraquíes, también se han producido protestas contra la participación iraní. En noviembre, el consulado iraní en Najaf fue incendiado por los manifestantes.