El comandante iraní de la Fuerza Quds Qasem Soleimani fue asesinado como resultado de un ataque aéreo estadounidense cerca del aeropuerto internacional de Bagdad el 3 de enero. Washington justificó el asesinato alegando que había preparado ataques contra personal estadounidense en Irak. Teherán ha tomado represalias por el asesinato del general al lanzar docenas de misiles en las bases estadounidenses en Irak.
Reiterando su apoyo anterior a las acciones de Washington en Iraq, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha declarado que se debe agradecer a los Estados Unidos por actuar «rápida, audaz y resueltamente», cuando decidió matar al general y comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI Qasem Soleimani. Netanyahu declaró además que el Estado judío «está completamente» al lado de los Estados Unidos con respecto a este episodio.
«Estados Unidos no tiene mejor amigo que Israel, e Israel no tiene mejor amigo que Estados Unidos», dijo el primer ministro.