Dos bases militares estadounidenses en Irak fueron atacadas a principios del 8 de enero con misiles iraníes en un acto de represalia por la operación de Washington que mató al general iraní Qasem Soleimani el 3 de enero en Bagdad.
En su discurso ante la nación, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo que ningún personal militar estadounidense resultó herido en el ataque con misiles iraníes contra sus bases en Irak el 8 de enero, mientras que las bases sufrieron daños «mínimos». Señaló que esto se debió a las precauciones que se tomaron, la «dispersión de fuerzas» y un sistema de alerta temprana.
Nuestros misiles son grandes, potentes, precisos, letales y rápidos … El hecho de que tengamos este gran equipo militar y, sin embargo, no significa que tengamos que usarlo.
Trump anunció además que Estados Unidos impondría «nuevas sanciones económicas poderosas» contra Irán a la luz del ataque contra las bases militares estadounidenses. Agregó que las sanciones permanecerán hasta que Irán «cambie su comportamiento» en el ámbito internacional.
Trump también comentó sobre el asesinato en Estados Unidos del comandante de la Fuerza Quds Qasem Soleimani, alegando que Estados Unidos tenía información sobre él planeando ataques para el 4 de enero. El presidente agregó que esto se convirtió en la fuerza impulsora detrás de la decisión de matar al general iraní.
El presidente de Estados Unidos declaró que le pediría a la OTAN que se «involucre mucho más» en el proceso en Medio Oriente.