El secretario de Estado Mike Pompeo aseguró al viceministro de Defensa de Arabia Saudita, Khalid bin Salman al Saud, que Estados Unidos no está tratando de provocar ninguna guerra con Irán, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, en una lectura.
«El Secretario subrayó que Estados Unidos no busca la guerra con Irán y sigue comprometido con la reducción», dijo el lunes Ortagus.
Pompeo discutió con el viceministro de Defensa saudí, el presidente Donald Trump, la reciente decisión de aprobar el ataque con drones que mató al comandante de la Fuerza Quds de Irán, Qasem Soleimani, el viernes pasado, según la nota.
Pompeo también agradeció al bin Salman por sus continuos esfuerzos hacia una resolución política del conflicto en Yemen, agrega la nota.
Anteriormente, sin embargo, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, advirtió a Irán contra cualquier represalia, diciendo que Estados Unidos atacaría 52 sitios en la República Islámica «muy rápido y muy duro», con 52 como referencia al número de funcionarios estadounidenses que fueron tomados rehén en la embajada en Irán en 1979.
El comandante Qasem Soleimani murió en un ataque con aviones no tripulados estadounidense en el aeropuerto de Bagdadi el 3 de enero. El presidente Trump dijo que el general «estaba tramando ataques inminentes y siniestros contra diplomáticos y personal militar estadounidenses», pero no proporcionó ninguna evidencia.
El canciller iraní, Javad Zarif, condenó el ataque, que ha provocado un descontento generalizado en todo el Medio Oriente, así como en varios países fuera de la región, y señaló el compromiso de Soleimani en la lucha contra los grupos terroristas.
Arabia Saudita ha sido el aliado de Estados Unidos contra Irán en la región. Las tensiones entre los dos estados se intensificaron a principios de septiembre cuando dos grandes instalaciones petroleras de Arabia Aramco fueron atacadas por aviones no tripulados, por lo que el Reino culpó a Teherán. Los rebeldes yemeníes houthi, sin embargo, se han atribuido la responsabilidad del ataque de septiembre.
Washington ha ejercido una presión continua sobre Irán, alegando que tiene un «régimen ilegítimo» que debe ser derrocado.