Anton Morozov, miembro del comité de relaciones exteriores de la Duma estatal, dijo en una entrevista en RT que la intención de Polonia de prohibir a Rusia interpretar la historia «desde su punto de vista» solo dividiría a los pueblos ruso y polaco.
Llamó a este enfoque destructivo, enfatizando la necesidad de pensar en el desarrollo de lazos culturales, económicos y científico-técnicos entre los dos países.
Además, confía en que los pueblos de Rusia y Polonia «en el futuro estén interesados en buenas relaciones de vecindad mutuamente beneficiosas».
Anteriormente, el vicepresidente del Sejm polaco, Malgožata Kidava Blonska, escribió en Twitter que Polonia a nivel legislativo tiene la intención de prohibir a Rusia interpretar la historia «desde su punto de vista». El proyecto se presentará en la próxima reunión parlamentaria.
En diciembre, Vladimir Putin llamó al embajador de Polonia en la Alemania nazi, Jozef Lipsky, «un bastardo y un cerdo antisemita» por apoyar a Adolf Hitler y su idea de expulsar a los judíos polacos a África. Después de esta declaración, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia convocó al embajador ruso Sergei Andreev.
El presidente de la Duma estatal, Vyacheslav Volodin, pidió a Polonia que se disculpe por tales declaraciones de un ex diplomático. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zakharova, dijo sobre la inadmisibilidad de reescribir la historia para adaptarse a la situación política actual.