Las acciones destructivas contra Siria varían desde una guerra impuesta, bloqueos económico, financiero y comercial, en las redes sociales y las vías de comunicación hasta el incrementado saqueo del patrimonio histórico.
De acuerdo con los datos recopilados, las denuncias al respecto se incrementan en la medida en que grupos extremistas como el llamado Ejército Nacional Sirio (ENS), respaldado por fuerzas militares turcas, excavan y saquean sitios arqueológicos en el norte de las provincias sirias de Alepo y Hasaka.
Reportes de la agencia nacional SANA y de testigos presenciales indican que arrasaron locales y sitios como la mezquita de Al Tahtani, áreas de la aldea de Juqa y el santuario arqueológico de Sheik Jamaleddin, muy cerca de la ciudad de Afrín, en el norte de Alepo y donde opera el ESN, antiguo Ejército Libre Sirio. Las piezas saqueadas se envían hacia Turquía y abastecen a una organizada línea de contrabando de valiosos objetos arqueológicoas que se comercializan en Europa, Canadá o Estados Unidos y terminan en colecciones privadas.
Algunas de ellas son subastadas en sitios como Sothebys, Londres y que como otras similares tienen compradores ‘anónimos.’
Desde el 2011 en particular, cuando contra Siria se lanzó una vasta guerra y que utilizó como fuerza de choque a los grupos terroristas, miles de piezas han sido contrabandeadas en abierta violación de las convenciones de Naciones Unidas de 1954 y 1972 firmadas por todos los estados miembros y destinadas a ‘ no tomar medidas deliberadas que puedan poner en riesgo al patrimonio cultural y natural en el territorio de otro Estado.’
Solamente en Turquía, existen hasta la fecha más de 17 mil piezas del patrimonio sirio contrabandeadas pero nadie en cuenta las resoluciones de la ONU, según insistentes denuncias de Mahmud Hamud, director general de Antigüedades y Museos de Siria.
‘El único país que ha devuelto objetos de ese tipo, es El Líbano y ‘nosotros, precisó Hamud, hemos enviado datos e informes al respecto que incluyen fotos, documentos e imágenes en video que prueban esas acciones.’
Los testimonios en ese sentido ubican además, los destrozos en sitios históricos en más de 70 hectáreas de Alepo, Deir Ezzor, y el norte de Hama, regiones en las cuales existen 384 sitios de alto valor arqueológico de un total de 758 computados en un mapa interactivo de Siria elaborado y constantemente actualizado desde el año 2016.
Esos lugares, así como los saqueados en Palmira, zona del desierto de Homs, Raqqa e Idleb, muestran las huellas de siete civilizaciones con características propias, en esta nación del Levante.
Para expertos y analistas de la situación, los intentos destructivos contra Siria, un territorio geográfico que conecta Asia con Europa, abarcan esta variante que se sistematiza junto a la guerra terroristas y un bloqueo a todos los sectores de la sociedad de una nación secular y respetuosa sobre todo, de las diferencias de base confesional o étnica.